domingo, 16 de noviembre de 2008

Observando

Ojos que observan
una pequeña,
minuta sombra,
ante la verídica realidad.
Un grano de arena ante las olas del mar.

La quimera del mi propio mundo se sobrepone.

La percepción de los otros,
extraños
viajeros temporales.

El mar y las sombras me cubren
¿Qué queda de la dimensión humana
ante un mar insignificantemente infinito?

Controlar lo indómito,
materializar lo utópico,
nos convertimos en el enlace,
en la raya borrosa que traza el horizonte
.

Sólo es real lo contiguo,
la esencia,
el sentir verdadero,
como lo es un cuchillo perforado en las venas.
El resto se diluye en lo efímero,
en el frío y la distancia.

Ínfimos
nos chocamos contra las olas,
corriendo,
esperando,
pensando,
actuando,
amando,
olvidando,
dueños del momento.

Sólo nos queda el ahora,
perenne instante vivido.
Las olas siempre tendrán la última palabra.

[Ro]

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaría poder hacer un comentario, lo intento, pero siento esa sensación de ahogo que produce el viento que viene del mar cuando sopla enfurecido. Te deja paralizada unos segundos, cuando recobras el sentido sólo te queda un gusto salado en la boca y delante tuyo la inmensidad azul retandote de nuevo. Te sientes insignificante, te das la vuelta y prometes volver, necesitas volver a sentir esa sensación una y otra vez.
Sigue escribiendo asi, quiero seguir quedandome sin respiración una y otra vez.

Anónimo dijo...

Y sabes, a mi me gusta observarte...
Me gusta quedarme absorta contemplando como duermes, tranquila, apacible...
Lo hermosa que eres.

Te amo, darling! ;)