lunes, 18 de agosto de 2008

Me importas

Toda la ansiedad que llevamos con nosotros, nuestros sueños frustrados, la incomprensible crueldad, nuestro temor a la extinción, la dolorosa mirada interior a nuestra condición terrenal, han erosionado lentamente nuestra esperanza y cualquier otra salvación. El bramido de nuestra fe y la duda contra la oscuridad el silencio es una de las pruebas más terribles de nuestro abandono y de nuestro aterrorizado e indescriptible conocimiento.

Persona, Ingmar Bergman

* * *

A veces, aun confiando, sucumben los miedos, las angustias, ese hormigueo que se adentra en el abdomen dejándote sin palabras, llevándote a un abismo de lágrimas. Absurdo pero incontrolable. Desequilibrado pero enredador.

Confío en ti, en nosotras, en lo nuestro, aunque tú no me creas. Quisiera borrar la irracionalidad de mi sensibilidad, lucho por no ser tan infinitamente imbecíl, pero créeme, no es tan fácil.

Siempre he dicho que si duele, es que importa. Y si deja de doler, entonces ¿que queda?

Perdóname.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdóname,
calma esta sed,
con el abrazo de paz
que sólo tú me das
tú me enseñaste a volar
y lejos malgasté, mi libertad.
Perdóname, te hablo con el corazón,
del llanto amargo, del dolor,
abrázame, abrázame...

Cada día siento tus brazos, y tus caricias, tus labios, más y más cerca de mi... ufff

¿Dónde has estado toda la vida?

Siempre tuya, sempre...!

Blumun dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.