martes, 20 de enero de 2009

Buscando una táctica para reírse de la propia ingenuidad sin aparentar ser imbécil

Nos sentimos protegidos
detrás de la esquina
observando almas pasajeras con ojos malvados
condenando
errores i n e x o r a b l e m e n t e humanos

Sintiendo el juicio final
nos repudian delante de una pared blanca
sin letras ni salida

No se puede tratar de cambiar
el Destino del fruto
de caerse de su arbol

Apiadada resignación
nos saluda el tiempo entre las manos
con una mirada perdida en la
legitimidad de un naufragio de peticiones estériles

Somos nadie en el mundo de nadie
somos todos en el mundo de nadie
somos nadie en el mundo de todos
somos nadie

2 comentarios:

Blumun dijo...

Ser nadie no es malo, muy por el contrario, los “nadies” somos mucho más realistas que los “alguien” ufanos y orgullosos de necedades. No necesitamos ir aplastando al prójimo para parecer algo, nos conformamos con un poco de nada cada día y así vamos formando una oquedad abismal en nuestro corazón. La inercia guía nuestra existencia, somos unos fatalistas de manual. Inexorablemente fatalistas.

esclera dijo...

Somos nada, somos nadie.
Somos nadie, en un mundo que no es de NADIE; a pesar de lo que le duela a muchos esta afirmación.

Para mí, en mi mundo, en NUESTRO mundo:
No eres nadie en mi mundo.
Eres todos en nuestro mundo.
Somos todo en nuestro.
Tú, tú eres mi todo.