lunes, 19 de enero de 2009

Tratando de centrifugar ideas sin que se queden pilladas en los tornillos de la irracionalidad

Observamos como algunas se quedan enganchadas
mientras otras siguen el flujo turbulento del agua

Porque no todo es eterno
y los silencios de la perennidad no son tan esquivos
como las olas al encontrar su armonía

Miramos incrédulos el final de todo
el final de nada
nos reclama la lavadora de los deseos

El verdadero desperdicio es la completa pérdida de
o p o r t u n i d a d e s
trastornadas por la irracionalidad de un sueño

Saboreamos el tiempo pasado vinculados a recuerdos
inútiles
caricias que se transforman en desengaño

La ropa mojada se pudre…

1 comentario:

Blumun dijo...

Hay veces que ni el mejor de los detergentes es efectivo, entonces usamos un poco de lejía, abundante suavizante para sobrellevarlo mejor, si aún nos queda ganas, le damos un planchadito y ¡a guardar! Ese es nuestro presente que mañana será pasado, que ayer fue futuro y que hoy sólo nos duele.





No dejas nunca de sorprenderme, gratamente por supuesto.