viernes, 2 de enero de 2009

Otra golondrina migrante

Otro año que pasa. Otro año que se desliza entre las manos y migra junto a las golondrinas para escapar, para cambiar de aires, para sentirse libre, para volar lejos, transformándose finalmente en uno nuevo, en otro año, en busca de nuevos trayectos, metas, horizontes.

Otro año que, como todos, no he sido capaz de clasificar en los rankings de los mejores o peores, simplemente porque cada año es idéntico al pasado: un eterno trayecto de lapsos consumidos. Otro año vivido, como cualquier otro. Otro año que me ha causado penas, decepciones, sufrimiento, y al mismo tiempo alegría, serenidad y diversión. Y sí, quizás también pequeños momentos de felicidad; breves, fugitivos, marcados por el ritmo frenético que es la misma vida, y que, demasiado temprano te vuelve a abrir los ojos. Y es entonces cuando ves que en realidad la felicidad es la virtud de los ingenuos, de las personas que no valoran fantasías imposibles. Seres que simplemente se satisfacen con lo que se interpone en el mísero camino de la vida misma. Un ejemplo a seguir, quizás, o simplemente una mera falsa, una visión de la vida que se reduce a un globo de efímeras piezas que constituyen el mundo.

Ahora me espera otro año, un año que, como todos ‘será mejor’. Un año en el que predominará la suerte, la alegría, la paz, el amor, un nuevo porvenir y quizás también un viaje a Venus….porque en el fondo esperamos cosas, idealizamos sueños que ya en sí son irrealizables. Quizás es mejor no esperar nada, convertirnos en perennes viajeros de un futuro incierto. Saludar al 2008 y sumergirnos en esta nueva etapa de vida, de la cual aun negamos la existencia, sabiendo que en el fondo la felicidad verdadera es una mera ilusión.

Ed è pur sempre un eterno ritorno...

Feliz Año Nuevo [con retraso, claro...como los mismos pasos hacía la felicidad]

1 comentario:

Blumun dijo...

.
Empezamos de nuevo como Sísifo con su piedra, como las olas que parecen tener vida propia cuando llegan a lo más alto pero que son engullidas por la inmensidad del mar, como el sol que sale cada día para volver a esconderse invariablemente, como cada inspiración de aire que exhalamos inmediatamente, como cada vez que hablamos para simplemente no escuchar el silencio, como cada gota de vida que nos acerca a lo inevitable, como la continua huida de la soledad a través de la búsqueda incesante de alguien a quien querer, como la búsqueda de la soledad para dejar de sufrir por ese alguien que dice que nos quiere, como el dolor agudo que nos produce, una y otra vez, la soledad acompañada. En cualquier caso sufrir.
¿Es tan difícil pensar que las olas quieran volver a ser parte de un todo y disfrutar de su efímero protagonismo?, ¿es tan difícil mirar al sol y agradecerle que nos de su luz y calor día tras día?, ¿es tan difícil comprender que cada inspiración de aire es una inspiración de vida?, ¿es tan difícil disfrutar plenamente de la vida sabiendo que es única y maravillosa?, ¿es tan difícil oír el acompasado sonido del silencio sin interrumpirlo con nuestra verborrea monótona?, ¿es tan difícil querer por querer, vivir con la soledad y huir del sufrimiento?
Yo quiero ser ingenua, yo no tengo fantasías imposibles, simplemente no tengo fantasías. Las destruyo en cuanto asoman tímidamente.
Se que volverá una oscura golondrina, como decía el poeta, pero nunca será la misma golondrina.
Ahora que me acuerdo, yo también quería desear un feliz año 2009, sobre todo a los ingenuos.