sábado, 14 de junio de 2008

Corazón atrapado

‘Las lágrimas se le habían ido secando, y no había cosa peor que perder las lágrimas; porque las lágrimas lavan; porque cuando se pierden las lágrimas se va perdiendo la tristeza, y al perder la tristeza se pierde el camino que lleva a la alegría, a la dicha de saberse vivo y vivido’

Ángela Becerra, De los Amores Negados

* * *

Mi corazón sigue atrapado. Las grandes cadenas arrastran por el suelo en busca de tu presencia, fiel a lo imposible de tu nombre, que sigue bombeando absurdo y tierno, por si amarte alimenta todavía. Soy incapaz de olvidarte, incapaz de decirte adiós y sigo acumulando sueños irrealizables, desvanecidos y perdidos como las hojas llevadas por el viento.

No puedo no pensar, doblar la última esquina sin mirar atrás, sabiendo que tu recuerdo es tan presente y necesario como el oxigeno para mis pulmones. He pasado tu ausencia en rojo, pero no consigo caminar aun viendo la luz verde. Y a pesar de todo estoy feliz, dándome cuenta por primera vez que el amor no es posesión, porque aún sin tenerte te deseo cada día más, aunque al final sea yo la que pierda.

Nunca podré entenderte,
nunca podré tenerte ni detener al viento...

Pero cuánto te quiero...

2 comentarios:

Blumun dijo...

El amor es una trampa. Unas veces caemos conscientemente, otras,la mayoría, caemos inocentes y torpes como un peso muerto que cae en el vacio.
El trayecto es alucinante pero poner los pies en el suelo...
No sabemos si llevamos paracaídas, ni siquiera lo hemos pensado al saltar.¡Inconscientes y descerebrados!.
Estamos a pocos metros del suelo, la angustia nos invade, pensamos por un momento¿por qué me he lanzado así? lo sé, lo sé, caí en su trampa, bendita trampa, dulce trampa. Ya no hay remedio, hago balance,¿que asco?,¿asco?, no, le quise tanto, le quiero tanto, ¿ella me quiere?,¿si?,¿no?,no sé, me conformo con haberlo creido, uff que batacazo,¡que alguien me ayude!...
De repente siento un latigazo tremendo,¿que pasa? miro hacia arriba¡Dios! se ha abiero un paracaídas enorme y precioso, aterrizo suavemente en el suelo, me pongo a llorar.
El paracaídas de su recuerdo me ha salvado la vida.

Yo Misma dijo...

'¿ella me quiere?, ¿sí?, ¿no?, no sé, me conformo con haberlo creído'. Me ha encantado ese trozo, precisamente porque es justo lo que hago: me conformo con haberlo creído…