miércoles, 18 de junio de 2008

No más

Dices olvidar
y a mí me inunda el tiempo.
¿Olvidar?
¿Cómo dices?
¿Cómo se hace?
Olvidarte es olvidar la vida
tu nombre que palpita en mi cuerpo
Olvidar es acto cobarde
respuesta desesperada
Olvidar es miedo
y miedo todos tenemos…
Pero ¿olvidar?

* * *

¿Conoces ese sentimiento de cansancio, de extremo agotamiento, ese estar harta de que las cosas siempre tengan que fracasar ante tus pies? El pasar años de amargura, de devastación, sin poder salir, quedándote atrapada en las telarañas tejidas por el desamor. El ver como al final todo se rompe en trozos, el tener que volver a empezar, arrastrando los pies por las crudas calles de la injusticia, porque la vida es demasiado puta para darte tiempo y asimilar los hechos. El sacar las fuerzas de donde sea para seguir ‘viviendo’; y lo más cruel de todo es que la misma ‘vida’ te ponga delante nuevas facetas que te vuelven a conquistar, haciendo que la esperanza otra vez tome las riendas. Y allí se jode.

El volver a tener fe, el volver a creer que esta vez sí que va salir bien. Que quizás te has equivocado de persona, que el amor existe, que las personas no son todas iguales. Esa falsa alegría que te manipula y te hace temblar. Y al final el volver a comprobar que todo es lo mismo, que las personas lo que hacen es engañar y parece que encima lo hacen con gusto. El verte usada, pisada, el dar sin recibir nada a cambio, escuchar palabras de amor sin obras que las afiancen. El caer, volver a levantarte casi sin fuerzas y por mierda volver a empezar. El volver a creer en las sutiles palabras de amor que te derriten cada mañana para que te despierten un día diciendo: ‘mira lo siento, es que yo nunca te he querido’. Eso es lo que ganas por volver a levantarte y empezar de nuevo. Menudo asco esta vida, menudo asco. Prefiero quedarme sin nada.

No más.
Ya no más.

1 comentario:

Blumun dijo...

¿Y que haces cuando de repente te encuentras con alguien, se cruzan vuestras miradas y te da un escalofrío? Tú me dirás “me pongo una chaqueta”, lo sé. Pues no, hija no, mantienes su mirada y le dices que parece que ha refrescado. Como no puede ser de otra manera, te invitará a un café y resulta que ¡zas! ¡Si señor! El mejor café de tu vida y con la persona que creías no ibas a encontrar nunca. Esta ahí, sonriéndote, cuidado cierra la boca, se te está empezando a caer la baba. ¡Oye que parece que ya no hace frío! Ahora noto una especie de chispazo cuando rozo su brazo, ¿será la electricidad
estática o ¿no? ¿Será que…? No, ¡por Dios! Si yo había dicho que ya no más, que prefería quedarme sin nada, pero… y ¿si esta vez funciona? Y si ¿este asco de vida me da una oportunidad más? Y si¿este asco de amor no me engaña esta vez? Y si ¿todas las mañanas me derriten sus dulces palabras de amor?: mira lo siento, te despierto para recordarte que te quiero.
Creo que mañana vas a mirar a los ojos a todo el mundo, por si acaso. Te has levantado de nuevo y esta vez es para siempre.