Lo que hace una mirada

Amándote En Silencio

No me separaré jamás de ti
ni tan solo un segundo
dejaré de llevarte conmigo
saboreándote con delicadeza
devorándote apasionado
amándote en silencio
ardiendo de ti
ardiendo en lo imposible
ardiendo en mi locura
ardiendo de desesperación
y por sentir lo que siento
sabiéndote inalcanzable
encarcelaré mi delirio
callaré para no perderte
prefiero sentir y sufrir
que no saber de ti
quiero tenerte siempre
aunque no te tenga nunca
porque te necesito cada día
como luz en mis tinieblas
como aire para mi ahogo
como agua para mi sed
eres la imposible esperanza
donde clavo mi mirada
noche tras noche hipnotizado
y ya no puedes dolerme más
cuando me dueles todo
cuando deseo que me duelas
porque este dolor es hermoso
sabiendo que me lo causas tú.

Torosalvaje

* * *

No sé si debería agradecer la persona que me hizo sentir tan mal ayer. Tan mal que la desesperación se había apropiado de mi ser, agarrándome por la mano y llevándome a un desconocido, oscuro lugar. Pero gracias a ella he llorado como nunca hice, me he expresado en este blog como no pensaba podía hacer. Y parece que esas palabras, esa mirada, han llegado a tu corazón. Parece que han quitado tu manto de indiferencia para volver a dar a la luz tu verdadera forma de ser. Te preocupaste. Algo inesperado, y las esperanzas cumplidas son como agua fría para un sediento.

Si fuera por volver a tenerte me abandonaría al dolor más agudo, al sufrimiento más profundo, como un manto oscuro que cubre una noche llena de estrellas. Aunque no te tenga nunca no puedo apartarme de tu mirada, no puedo distanciarme de tu sonrisa, no puedo separarme de tu voz. Te vas poco a poco mientras yo sigo atada a la esperanza por si volvieras algún día. Ahora sé que cualquier cosa me basta, cada detalle, por pequeño que sea, me satisface. Me conformo con lo mínimo imprescindible, porque no puedo estar sin tu presencia, porque te necesito cada día, porque no quiero que tu sonrisa se vaya de mi vida.

Preguntas Sin Respuesta

Te echo de menos

y me pregunto
cuantos instantes
tus pensamientos no me dejaron
en las huellas del olvido.
Te quiero
y me pregunto
cuantos segundos
tu corazón haya querido ser sincero
en los días lluviosos.
Te deseo
y me pregunto
cuantos momentos
tu imaginación ha anhelado mi cuerpo
en las noches solitarias.
Te espero
y me pregunto
cuantas veces
las olas tengan que frenar ante tus pies
en la húmeda arena.
Lejos
navegando sin tu amor
pero siempre cerca
de tu sonrisa.