miércoles, 11 de junio de 2008

Más de lo mismo

No entiendo como la gente pueda ser tan mala. No solo me refiero a las mentiras, a los engaños, a hacerme creer que de verdad sentía algo por mí. No fui yo quien quiso empezar una relación, no me interesaba mínimamente. Pero la insistencia, la insistencia junto a la mentira y a ese juego consciente. Hasta que llegué a sentir algo, llegué a enamorarme. Esa maldad. Lo único sí, por lo menos me hubiera esperado un poco más de educación. Pero simplemente lo único que he llegado a tener ha sido una gran falta de respeto.

El colgarme el teléfono en la cara, el no querer dialogar. La inmadurez por tomar decisiones sin sentido ni razón. Injustificadas. Se te notaba feliz, y de la nada le has dado la vuelta a todo. Engaño. Mentira. Tú sabías por lo que había pasado, me prometiste que contigo no iba a ser lo mismo; y de todas formas no cumpliste tu palabra. De la nada te convertiste en una persona fría, indiferente, sin interés. El cariño se desvaneció. Bastante hipócrita.

No había amor dices. Imposible creerlo. Imposible creer que todo lo que me diste se redujo a nada. Pero ahora cambiaste todo, te ‘aburres’. Será que te aburres porque has elegido acabar con todo esto. Porque desde el día en que tu pusiste la palabra fin, no hay quien te haga cambiar de idea. Luego vuelves, empezamos de cero, con tranquilidad, dejándonos más espacio. Y ahora otra vez lo mismo. Bastante hipócrita otra vez.

No sé lo que es peor: lo que me hiciste creer o la falta de consideración que tuviste al decírmelo. Pero esta noche me has hecho ver que en verdad a ti las personas no te importan. Y no me refiero solo a mí, sino que también a todos los demás. ¿No tengo derecho? Quizás no. Pero tú tienes menos para hacerme lo que me has hecho. No te sientas culpable por no quererme. Siéntete culpable por habérmelo hecho creer, por haber proclamado tu amor, por haber vuelto a proclamarlo una segunda, un tercera y una cuarta vez y por haber sido tan irrespetuosa.

No pensaba que ibas a ser capaz de esto. Pues ya ves. ¿Te doy miedo? Más miedo me das tú. Pero no por mí, sino por ti. Porque me has hecho ver que eres incapaz de luchar, de entregarte y le pones frenos a tu felicidad. Jamás llegarás a amar y a dejar que te amen porque el miedo vencerá otra y cada vez. Escudo. Me parece bien. Autodestrúyete.

Quizás todavía hay esperanza, quizás lo comprenderás. Pero no me vengas a decir que yo me entrego demasiado, que soy posesiva y que te obligo a estar conmigo. Allá tu. Pensaba que tu amor era más fuerte que tu orgullo y egoísmo, pero me he equivocado. Solo prefiero recordar lo que eras antes: dulce, cariñosa, detallista. Pero hasta con eso ahora he llegado a tener mis dudas. Probablemente todo ficción.

P.D. ¿Muy fuerte? Esto lo he escrito en un momento de desolación, de rabia. Solo espero que reflexiones.

3 comentarios:

Yo Misma dijo...

Que bonito es el amor...sobretodo en primavera...

Blumun dijo...

Es dificil situar de forma clara y precisa, cuando se produce el chasquido que nos indica que se quebró algo en nuestro interior.
¿Sus causas? suelen ser variadas pero con un denominador común, el desengaño. El desengaño por la desconsideración, la perdida de respeto, etc...
Decimos que se nos ha partido el corazón, sin embargo nos duele el estomago¡qué lio de visceras!.
Estamos abatidos pero seguimos luchando.Pasamos de la verdad a la mentira, de la sinceridad a la hipocresia, de la generosidad al egoismo, de la calidez a la frialdad, de la diversión al aburrimiento,de las nuevas oportunidades a las viejas torturas, de la admiración al miedo, de los detalles a los desplantes, de los impulsos irreflenables a las reflexiones profundas. En definitiva del amor al desamor, y no es que el amor sea corto, si no que el desamor es muy largo.
¿Pero alguna vez amamos?
Sin duda si, y volveremos a amar.
Adoptamos el rol que nos corresponde en cada momento, de forma inconsciente. En definitiva somos actores y puedo asegurar que hay muy buenos actores(yo personalmente prefiero a las malas actrices), y es que la vida es puro teatro.
Despues de una mala noche, sólo cabe esperar un precioso amanecer.

Anónimo dijo...

Me encuentro en la misma situación que tú. Me hicieron creer que era querida. Me convenció de que debía apostar por él, aún a sabiendas de que yo temía apostar por alguien. Cuando lo hice, y cuando me hice a la idea de que si no apostaba despedía a un tren importante en mi vida y me acostumbré a quererle, a ser yo misma, a entregarle mis horas... Entonces se esfumó. Se asustó. ¿Para qué pedirme que me sacrifique, entonces? ¿Para que explotar mi burbuja de soledad e introducirme en esta melancolía absurda, en estos recuerdos sin fin? Esta absurda dependencia de sus palabras... Aún lo paso mal cuando, en el teléfono, no puedo despedirme con un :"Buenas noches, corazón" ...