viernes, 11 de julio de 2008

Buscando la libertad

Hora tras hora

Hora tras hora, día tras día,
entre el cielo y la tierra que quedan
eternos vigías,
como torrente que se despeña,
pasa la vida.

Devolvedle a la flor su perfume
después de marchita;
de las ondas que besan la playa
y que una tras otra besándola expiran.
Recoged los rumores, las quejas,
y en planchas de bronce grabad su armonía.

Tiempos que fueron, llantos y risas,
negros tormentos, dulces mentiras,
¡ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
en dónde, alma mía?

Rosalía de Castro

* * *

Solo quiero un poco de paz. Solo quiero alejarme de las trampas de este mundo y ser libre de respirar el aire puro de una vida irreal. Solo quiero llegar al fondo de mi alma y descubrir los secretos que me llevan a la felicidad. Solo quiero abrir la puerta a los pájaros atrapados en la jaula de mi corazón y volar lejos, muy lejos. Solo quiero abandonarme al agua salada del mar y no sentir el peso de las miles de alusiones. Solo quiero que la suave brisa del viento me despeine el pelo dejando atrás los recuerdos en la húmeda arena. Y al andar por una playa desierta quiero dejar huellas de un nuevo futuro y olvidarme de todas las desgracias de esta vida. Solo quiero… soñar… y...

1 comentario:

Anónimo dijo...

En nuestra vida tenemos una compañera de viaje un poco incomoda y a veces hasta impertinente, la memoria. No puedemos prescindir de ella, se nutre de nuestras vivencias de nuestras realidades.
Afortunadamente existe un parasito, el olvido, que se alimenta de nuestros recuerdos, deja la parte más dulce de alguno de ellos y otros los engulle ferozmente.
Mientras dura el proceso solo se puede recurrir a utilizar un calmante para las molestias y esta no es otro que soñar, cerrar los ojos y soñar, abrirlos y soñar, vivir y soñar. En realidd son los mejores momentos de la vida porque en ellos somos felices, la realidad siempre acaba decepcionándonos.