jueves, 17 de julio de 2008

Quien duerme no cría peces

He vuelto a vivir, mis pies han vuelto a elevarse del suelo; he vuelto a soñar, mis ojos se pierden en la vorágine infinita de la imaginación; he vuelto a sentir, mis manos desean poder tocar tu dulce piel; he vuelto a querer, mis oídos se enamoran con el sonido de tu voz.

La esperanza junto al miedo ruegan al cielo, el deseo y la desconfianza suplican al mar, resignándose a la dulce prórroga, como los habitantes de un pintoresco puerto esperan al pequeño barco de pesca al atardecer, con la esperanza de una captura excelente.

A partir de ahora, cada mañana los pescadores saldrán al mar abierto, convencidos que la recompensa será grande. A partir de ahora a pesar de la tormenta, de la alta marea, de los infinitos monstruos marinos, se arriesgarán para llevar a cabo su misión, llevando a la orilla una enorme cantidad de peces, aplacando el hambre de la muchedumbre.

A partir de ahora, cada mañana me despertaré con ganas de vivir, convencida que la recompensa será grande. A partir de ahora, a pesar de las dificultades, de los problemas, de la infinidad de gente mala, me arriesgaré para llevar a cabo mi misión, entregándote una enorme cantidad de cariño, para ser feliz….haciéndote feliz.

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