martes, 8 de julio de 2008

Irrefrenable

…Play…Deprisa. Todo siempre tiene que ir rápido, demasiado rápido. Incontrolable. Las cosas siguen sin que tú tengas la última palabra, sin dar ni recibir el último adiós. Irrefrenable. Y no puedes hacer nada. Desesperación. Caída libre…Pause...

…Rewind…Con la nariz pegada contra la húmeda ventana del coche siento las gotas caer al otro lado del escenario, donde el tiempo no deja ninguna tregua. Mi único reparo es esa máquina con cuatro ruedas que parece volar con el sonido de su motor. Se me oscurece la vista. Todo parece irreal. Observo como las casas pasan rápidamente por las esquinas de mis ojos. Doy vueltas sin saber donde estoy. Me siento perdida en este mundo que por un instante no reconozco. No puede ser. No para, nada para, todo sigue sin que yo sea la dueña de mi vida, de la vida. No tengo las riendas… no puedo…no puedo más. No soy nadie, no tengo el poder de parar el tiempo. Esta vida se acaba, DIOS, esta vida se acaba. El coche coge velocidad. Los recuerdos se deslizan por mi mente como un motor sin freno. Mi mano intenta agarrarlos antes de que vuelvan a derrumbarse en la sombra del pasado. Deprisa. Todo siempre tiene que ir rápido, demasiado rápido. Incontrolable. Las cosas siguen sin que tú tengas la última palabra, sin dar ni recibir el último adiós. Irrefrenable. Y no puedes hacer nada. Desesperación. Caída libre…Pause...

….Forward….Las gotas siguen cayendo y mi nariz arrojada parece insensible al mirador glacial de los recuerdos. Al apartarse vuelvo a ver todo como siempre, el mundo se transforma otra vez en una pantomima de falsas apariencias. Ya no lo veo como un pasillo oscuro de transición. Sin pensar en las consecuencias, sin razonar demasiado en los porqués vuelvo a ponerme la venda en los ojos y ciega ante la verdadera existencia humana me abandono en la cálida espera del reniego…Pause…

…Rewind… Deprisa. Todo siempre tiene que ir rápido, demasiado rápido. Incontrolable. Las cosas siguen sin que tú tengas la última palabra, sin dar ni recibir el último adiós. Irrefrenable. Y no puedes hacer nada. Desesperación. Caída libre...Stop…

1 comentario:

Blumun dijo...

La vida es un espectáculo, sin guión, sin espectadores y en el que los actores somos nosotros. Hay que improvisar cada escena y adaptarnos a cada momento. De vez en cuando baja el telón pero ¡ el espectáculo debe continuar!